R tenía un sueño: poder conocer Portugal, sus playas, Lisboa y sobre todo ir al Santuario de Nuestra Señora de Fátima por el que siente un vínculo emocional muy especial, ya que R nació el 13 de mayo, día en que se celebra su festividad y por eso su padre siempre la llamaba mi Fatimilla”.

R y su marido M, acaban de hacer 25 años de casados y para ellos sería un regalo muy especial poder celebrarlo con una visita a su lugar soñado. Pero M tiene sus dudas. Le preocupa que a R, que tiene un estado de salud muy delicado, le pueda afectar el viaje. Han pasado por varios ingresos, operaciones y algunos sustos y no se siente seguro. Pero R está decidida, ante ella se abre una nueva ilusión, la posibilidad de cumplir su tan ansiado sueño.

La Fundación le prepara un bonito viaje, con todas las seguridades posibles y como siempre, trabajando junto con el equipo de Paliativos del Hospital Infanta Elena, que prepara a R para que esté en las mejores condiciones físicas para poder disfrutar de su viaje y también acompaña a M para que se encuentre más confiado en las posibilidades de éxito del mismo.

Finalmente, en el mes de julio, emprenden camino junto con la hija del matrimonio y comienza un viaje que R y su familia nunca olvidarán. Conocen Fátima donde viven un emocionantísimo encuentro con aquel lugar tan especial y además, hacen un tour por todo Lisboa con un conductor y guía particular que gestiona y coordina personalmente una de las integrantes de la Fundación que se encuentra en esos momentos también en Lisboa.

La celebración de sus 25 años de casados fue un rotundo éxito se realizó sin ningún contratiempo y R y su familia regresaron felices con la tranquilidad que da haber podido cumplir su más anhelado deseo.

Estos días de celebración fueron realmente importantes y le proporcionaron a R unos momentos de paz y felicidad que ya la acompañarán para siempre.