“Lo único que no se puede recuperar es el tiempo perdido, vive intensamente lo que te queda por vivir”.

Esta frase resume perfectamente la filosofía de vida de M., una extraordinaria mujer, alegre y vital que afronta su ya muy avanzada enfermedad con la ilusión de disfrutar de cada instante.

A M. le gusta mucho cantar, incluso ha grabado alguna canción y le encanta la música de El Huecco desde que, por casualidad, fue a un  concierto suyo y días después se lo encontró en un centro comercial firmando discos y se arrancó a cantar con su guitarra y M., como no podía ser menos, lo acompañó cantando y viviendo un momento muy especial.

M quería pedirle a El Huecco si les podía cantar a ella y a su marido una balada muy especial para los dos.

Como las hadas madrinas de la Fundación 38 grados hacen un estupendo trabajo, nos pudimos poner en contacto con El Huecco, que se llama Iván y es una persona cercana y entrañable y organizamos la visita que se realizó en el Centro Asistencial Los Camilos que nos acogen siempre con los brazos abiertos y nos dan todo tipo de facilidades.

El Huecco llegó acompañado de Laura, su mujer y manager y les cantó en privado a M. y a su marido. Después continuó con un maravilloso recital de su música, en directo, del que pudieron disfrutar M. y toda su familia además de los pacientes y residentes que paseaban por el jardín.

M. estaba feliz, su cara reflejaba la alegría y la ilusión de un sueño cumplido.

Acabado todo, le comentamos que ahora podría descansar un poco y dormir una siesta, a lo que nos contestó que tenía toda la eternidad para descansar, que ahora quería seguir disfrutando del día y se iba a comer con toda la familia. Sin duda, una mujer muy especial.

Gracias a El Huecco y a todos los que habéis hecho posible que se hiciera realidad el sueño de M.