Familia López Montero


“Gratitud, gratitud infinita gratitud por hacer posible los que no estaba en nuestras manos, por vuestra profesionalidad, por vuestra delicadeza, cercanía y por todo el cariño que nos habéis demostrado”.

“Existen ocasiones en la vida, donde nos resulta muy difícil transmitir mediante palabras las emociones y sensaciones en las que nos encontramos inmersos. Pero en esta ocasión, y aunque a nivel familiar estamos pasando unos momentos difíciles, donde las emociones se encuentran a flor de piel, creemos que la palabra que mejor define este grado es la de GRATITUD”.

“Tener la posibilidad de volver a compartir junto a su hermana, también enferma, unos últimos momentos juntas donde poder volver a verse, abrazarse y sentir el cariño y amor que se tienen, y poder despedirse… GRACIAS a la Fundación 38 grados lo ha conseguido”.

“Siempre tendremos en la memoria los ojos de nuestra madre al ver a su hermana enferma esa última vez. Aquella mañana de septiembre, con la familia reunida alrededor de ella, la sorpresa, la emoción y la alegría de nuestra madre y de todos los que compartimos el momento, y que nos hizo olvidar los malos ratos y mirar al futuro con más fuerza”.

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